En el universo de
Star Wars Oola era una esclava de la especie Twilek, propiedad de
Jabba el Hutt. De su nuca sobresalían y caían hasta su cintura un par de tentáculos (
Lekku). Se entrenó desde joven en las exóticas danzas de los Twilek y terminó como bailarina personal del lord del Crimen. Durante una de las regulares fiestas en el palacio de
Tatooine de Jabba,
Oola se resistió a acercarse a su repulsivo amo y este la condenó a muerte. Con solo apretar un botón, la rejilla del suelo se desprendió y
Oola cayó a una cámara unos pisos mas abajo, donde un terrible
Rancor la devoró.